Villa de Grado - Asturias - España
ASTURIAS, 27/07/2001
Grado se moja con Santa Ana Paloma GONZÁLEZ
Las calles de la villa Grado fueron ayer inundadas de cientos de romeros para
participar en el tradicional desfile de Santa Ana, uno de los actos más populares
y emblemáticos del calendario festivo moscón. Grupos de gaitas y charangas anunciaron
con música y pitidos el inicio del pasacalles, que partió a las once de la mañana
desde lo alto del centro de la villa moscona.
Como cada 26 de julio, los bares y rincones de la villa acogieron ya desde
primera hora de la mañana a animados grupos de romeros que calentaban motores
para afrontar una larga jornada de fiesta, que finalizó anoche con una verbena
en el parque de Arriba.
Al compás de los grupos de gaitas, como «Aires de Corvera», y de varias charangas
«Los Luceros» de Avilés, la «Folixa Moscona» de Grado y los «Tardones»
de Gijón las peñas mosconas desfilaron cantando y bailando. Otros optaron
por tractores adornados para la ocasión con banderas de Asturias, guirnaldas
de colores y hasta ramas de árboles. Y como cualquier medio de locomoción es
válido para disfrutar de la fiesta, los hubo incluso que hicieron el recorrido
en grúa, debidamente adornada para la ocasión.
Unos incesantes rayos de sol marcaron también el pasacalles por la villa moscona.
Pero el calor no fue problema para las peñas. A la petición a gritos de «¡Agua,
agua, agua!», los vecinos arrojaron sobre los romeros cubos y regaderas llenos
de agua. Mientras, las peñas también se refrescaron a su manera con «calimocho»
que habían comprado para la ocasión.
No faltó tampoco el tradicional uniforme del desfile de Santa Ana. Los jóvenes
se ataviaron con camisetas de sus peñas respectivas, un pañuelo atado al cuello
y el imprescindible gorro de paja. Los más pequeños también lucieron alguno
de los típicos complementos.
Pero, con o sin uniforme, los cientos de personas que se dieron cita ayer en
Grado para disfrutar de la festividad de Santa Ana disfrutaron ampliamente de
la jornada. Así lo aseguraba entre baile y baile, completamente empapada de
agua, la romera Carmen Feito: «Éste es mi cuarto año consecutivo de fiesta en
Grao, y siempre repito porque me lo paso muy bien».
En cuanto a la asistencia, hubo opiniones para todos los gustos. Mientras unos
se asombraban de la multitudinaria participación, otros lamentaban que no hubiera
más gente. Estos últimos esgrimían este argumento con una intención clara: que
la festividad de Santiago y Santa Ana sea trasladada al fin de semana.
La hora y media aproximada de baile, risas y cantos que duró el pasacalles
dio paso al reposo y a la tranquilidad en el parque de Arriba con la celebración
de una comida campestre. Pero el descanso duró poco. Los moscones retomaron
la juerga por la tarde para despedir la fiesta de Santa Ana.
Cientos de personas participaron en el pasacalles,
en el que los romeros fueron bañados con agua arrojada desde los balcones de
la villa moscona
Grado, M. RIERA /